Premian la investigación de dos alaveses sobre la contaminación de las aguas por medicamentos

Gorka Orive y Unax Lertxundi reciben un reconocimiento nacional por su estudio del impacto de los fármacos en el medio ambiente

Artículo publicado en el de Álava

«El ser humano elimina todo lo que come y bebe. Somos lo que reflejan las aguas residuales y en las que ahora acaban en la depuradora de Crispijana hay muchos fármacos, drogas y hasta restos de virus como este SARS que ha motivado una pandemia y que tiene en jaque a todo el planeta. De estudiar los efectos que todo eso puede tener en el medio ambiente se encargan desde hace meses los investigadores Gorka Orive y Unax Lertxundi de la mano del instituto Bioaraba. Su trabajo, con el que aspiran a liderar la investigación sobre la farmacontaminación de las aguas, acaba de ser premiado por Sigre, la entidad sin ánimo de lucro creada por la industria farmacéutica y los colegios profesionales para garantizar la correcta gestión medioambietnal de los envases y los restos de medicamentos que se generan en los hogares.

Además de poner contenedores para la recogida de los jarabes caducados en las farmacias, Sigre distingue cada año a los proyectos punteros. El de los vitorianos se ha llevado el premio a la mejor iniciativa medioambiental de este año. «Recibir un premio siempre te hace ilusión, pero quiero también decir que detrás está el trabajo de mucha gente», señala Unax Lertxundi, farmacéutico de la Red de Salud Mental de Álava. «Nuestra principal contribución es la de poner al alcance de la ciencia un tipo de técnicas de análisis de aguas residuales que ha puesto a Vitoria en el mapa», destaca por su parte el también investigador y profesor de la UPV/EHU Gorka Orive.

Vitoria aparece en los 15 artículos internacionales que ya han publicado los dos científicos en los años que llevan trabajando en el estudio de la farmacontaminación. Junto al Ayuntamiento, la Diputación, la UPV, Bioaraba, la Fundación Vital, el Colegio de Farmacéuticos, BIC Araba, Amvisa y la firma vasca Aquadat promueven el estudio que aspira a liderar la lucha contra el efecto de los medicamentos sobre los ecosistemas. En estos momentos recogen muestras de las aguas residuales antes de entrar en la depuradora de Crispijana y una vez decantadas. Además de saber qué dosis de fármacos siguen presentes, aspiran a poder medir con el tiempo si por ejemplo empiezan a tener efecto en los insectos. Recientemente invitaron a Vitoria a Thomas Brodin, profesor de ecología acuática de la Universidad de Umeá (Suecia) y uno de los científicos de mayor prestigio internacional por sus investigaciones sobre el impacto de los productos farmacéuticos en los peces.

Además, trabajan con una red de municipios en el estudio de la presencia de sustancias ilícitas en las aguas, de manera que «podemos ayudar a conocer práctica de uso y abuso», explica Gorka Orive.

Los investigadores confían en tener las primeras conclusiones para el primer trimestre de 2022. «Queremos dar a conocer un problema que es fundamental a la ciudadanía, al ámbito sanitario y al académico y ayudar a buscar soluciones para reducir el impacto de los fármacos en el medioambiente. No queremos que la industria farmacéutica nos vea como un riesgo, sino como una oportunidad de mejorar», indicaron.»