La enfermedad cardiovascular es la principal causa de muerte en todo el planeta. Esta puede estar originada por múltiples factores, y por ello, con motivo del día Mundial del Corazón, que se celebra hoy, deseamos hacer hincapié en una reflexión sobre cómo cada uno de nosotros y nosotras podemos cambiar nuestro modelo de vida para hacerlo más saludable, y evitar así los posibles factores de riesgo. Todo ello, apoyado con datos científicos.
Un claro ejemplo de compromiso con el modelo de vida saludable es el estudio Predimed-Plus, liderado en Álava por el investigador del Instituto de Investigación Sanitaria (IIS) Bioaraba, el Dr. Ángel Alonso Gómez.
Predimed-Plus es fruto del estudio previo Predimed (2003-2013), un importante e impactante proyecto de investigación multicéntrico español, que estudió a miles de personas con factores de riesgo cardiovascular (pero sin enfermedad cardiaca). ¿Cuáles eran esos factores de riesgo? La diabetes tipo 2 o la presencia combinada de hiperlipemia (valores altos de triglicéridos y/o colesterol), consumo de tabaco, hipertensión, HDL-colesterol reducido u obesidad.
Estas personas con factores de riesgo, de forma aleatoria, se repartieron en dos grupos: a uno, se le asignó la dieta mediterránea con aceite de oliva y nueces, y al otro, una dieta convencional.
Este estudio reveló, ente otras muchas cosas, el gran valor de la dieta mediterránea como factor de prevención primaria frente a la enfermedad cardiovascular, disminuyendo en un 30% el riesgo de muerte cardiovascular, infarto de miocardio e ictus1. Tanto es así, que estos hallazgos han implicado la modificación de las Guías de Práctica Clínica Europeas2 y Americanas para recomendar la dieta mediterránea como factor de prevención primaria con un alto nivel de evidencia científica.
Con Predimed-Plus se pretende dar un paso más: determinar el efecto sobre la morbi-mortalidad cardiovascular de una intervención intensiva de pérdida de peso basada no solo en la dieta mediterránea, sino que incluya también una orientación personalizada mediante terapia conductual y actividad física en comparación con consejos sobre dieta mediterránea siguiendo los cuidados sanitarios habituales para la prevención cardiovascular.
Este nuevo proyecto comenzó en 2014 y finalizará previsiblemente en diciembre de 2022. Posteriormente, durante dos años se desarrollará un periodo de observación sin intervención. Se han reclutado 6.874 participantes en 23 centros y hospitales. En Álava son 274 las y los pacientes incluidos y seguidos durante toda la duración del proyecto. Personas que se han mantenido fieles al proyecto durante todo este tiempo, incluyendo este último año tan complicado en el que la tecnología ha brindado su apoyo para poder mantener el seguimiento al grupo con terapia conductual.
Durante la duración de ambos proyectos, desde el año 2003, se han publicado más de 570 artículos científicos que analizan cómo la dieta mediterránea y la actividad física van disminuyendo cada uno de los diferentes factores de riesgo que conllevarían un problema cardiovascular. Concretamente, al equipo investigador del IIS Bioaraba le interesa evaluar el impacto de esta intervención sobre la estructura cardiaca cuantificada mediante ecocardiografía avanzada y así ver cómo disminuye el riesgo a fibrilación auricular (uno de los tipos de arritmia más frecuentes). Pero también, se ha analizado el efecto sobre el riesgo a desarrollo de cáncer3, el perfil cognitivo4…
Con esto que hemos aprendido, ¿qué es importante tener presente en este Día Mundial del Corazón?
Principalmente, que prevención primaria quiere decir que las personas sanas podemos evitar la aparición de una enfermedad o un problema de salud, mediante el control de los agentes causales o de los factores de riesgo. Es decir, que, modificando nuestra alimentación para consumir dieta mediterránea, podríamos disminuir el riesgo de tener problemas cardiacos. O, en palabras del Dr. Ángel Alonso Gómez: “La prevención es el método más universal y más barato para reducir las enfermedades cardiovasculares y hay evidencia científica de que variando la nutrición mejora la prevención de las enfermedades cardiovasculares”.
Pero, como el propio Dr. Ángel Alonso Gómez nos ha dicho, “necesitamos un doble compromiso, el individual y el colectivo. Cada uno de nosotros y nosotras debemos cuidar nuestro corazón a través de la prevención con una nutrición saludable, y las instituciones gubernamentales deben apoyar esta forma de vida”.