En nuestra sociedad son numerosas las personas que presentan problemas para regular adecuadamente la concentración de glucosa (glucemia) en sangre, ya sea ayunas o después de ingerir alimentos. Una dieta adecuada y la práctica de ejercicio físico son herramientas muy útiles, tanto para prevenir esta situación, como para mejorarla una vez que ya se ha producido. En algunas personas, además, estos problemas coexisten junto a obesidad e hipertensión arterial, conjunto de síntomas que recibe el nombre de síndrome metabólico.
En la búsqueda de una mejora para este problema glucémico, se está desarrollando distintos proyectos de investigación que abordan diferentes aproximaciones. En el ámbito de la nutrición se está estudiando, por ejemplo, si determinados compuestos, presentes de manera natural en los alimentos y conocidos como «compuestos bioactivos», pueden ejercer efectos beneficiosos en la salud, y en concreto sobre la regulación de los niveles de glucemia. Dentro de estos compuestos se encuentran los polifenoles. Los polifenoles son compuestos de origen vegetal con potentes propiedades antioxidantes que se encuentran en muchas frutas y verduras como las moras, el aceite de oliva, los arándanos y las uvas De hecho, el hollejo (o bagazo) de las uvas rojas es especialmente rico en polifenoles. Este hollejo es la materia sólida resultante tras el prensado de la uva para la extracción del mosto.
Trabajos recientes sugieren que los microARN (miRNA) podrían actuar como mediadores de estas intervenciones nutricionales. Los miRNAs son pequeños fragmentos de un tipo de ácido nucleico, el ARN, que regulan la expresión de sus genes diana a través de la disminución de expresión de las proteínas codificadas por dichos genes, mediante represión de la traducción y/o degradación de su ARNm. Es decir, se unen a su gen de interés e impiden que desarrolle correctamente su función. Son considerados como nuevos biomarcadores al tratarse de sustancias que pueden ser detectadas en sangre tras haber seguido un determinada dieta o tratamiento con algún fármaco.
El grupo de investigación en Nutrición y Obesidad del IIS Bioaraba lleva varios años analizando el efecto de los compuestos bioactivos presentes en los alimentos sobre la aparición de la obesidad y sus comorbilidades. En su último trabajo1 estudian el posible papel de los miRNA en la mejora glucémica de pacientes con síndrome metabólico tras consumir hollejos de uva roja durante seis semanas.
Tras este tiempo, aproximadamente la mitad de los participantes fueron clasificados como «respondedores», es decir experimentaron una mejora clínica tras el consumo de los polifenoles de uva roja, mientras que la otra mitad no lo hizo (personas «no respondedoras»). En las personas respondedoras, el efecto observado no fue tanto a nivel de cambios en la concentración de glucosa en sangre, sino en la reducción en la concentración de insulina en plasma y en consecuencia el valor del índice HOMA-IR. La insulina es la hormona que ayuda a regular los niveles de glucosa en sangre: cuando la glucosa aumenta, se secreta insulina para que esta glucosa que está en el suero se internalice en las células, bien para su uso o bien para su almacenamiento. Por tanto, el hecho de que los niveles de insulina desciendan tras el consumo de polifenoles es un efecto muy positivo ya que significa que con menores concentraciones de insulina se logra regular con la misma eficacia la concentración plasmática de glucosa.
En cuanto a los miRNAs, el equipo investigador observó en las personas respondedoras una disminución en la expresión de dos de ellos, llamados miR-30c y miR-222. Al parecer estos miRNAs están implicados en el control de algunas proteínas de la ruta glucolítica, una ruta metabólica que tiene como objetivo degradar la glucosa. Es importante señalar que la ruta glucolítica suele estar inhibida en personas que presentan en un mal control de la concentración de glucosa en plasma. Por tanto, a tenor de los resultados parecería que los polifenoles de los hollejos de uva roja podrían estar mejorando el control glucémico a través de la disminución del miR30c, lo que produciría a su vez un aumento en la actividad de los enzimas que degradan la glucosa. Además, estos miRNAs también regulan proteínas implicadas en la «cascada de señalización de la insulina»; dicho de otro modo, proteínas que son necesarias para que la insulina puede ejercer correctamente su función. Así, la disminución del miR-30c conduciría al aumento de estas proteínas y por tanto al incremento de la captación de glucosa por parte de las células del organismo como consecuencia de la acción de la insulina.
Por tanto, y en palabras de la Dra Portillo “este estudio pone de manifiesto que los polifenoles de los hollejos de uva roja son capaces de mejorar el control de los hidratos de carbono en algunas personas y que ese efecto podría estar mediado, al menos en parte, por una mejora de la función de la insulina y por un aumento de la degradación de la glucosa, inducidos vía microRNAs”. La propia investigadora reconoce que, dado el limitado número de voluntarios que participaron, sería conveniente repetir el experimento el en número más elevado de personas con el fin de validar los hallazgos.